A veces, los proyectos pequeños (si se hacen con amor), se convierten en proyectos muy grandes.
Esto es lo que está pasando con YO CUENTO, el laboratorio teatral con niñas y niños pacientes de Neurología impulsado por los propios neurólogos del Hospital Niño Jesús, en el que participamos cada martes.
Ayer nuestr@s cachorr@s tuvieron una función muy especial con una espectadora más especial todavía…
Su Majestad la Reina Doña Letizia no quiso perderse su gran representación de «La Selva Sonora».
Ell@s estuvieron brillantes y algo nos dice que no van a dormir en una semana de la emoción.
Al finalizar la función, tod@s pudieron hablar con Su Majestad, quien aprovechó para felicitarles por los GRANDES que son tod@s y cada un@ de ell@s.
Atención porque vaticinamos que de este proyecto van a salir futuros actores y alguna que otra dramaturga. Podrán conseguir lo que quieran y el equipo de YO CUENTO estaremos ahí para ayudarles a lograr todas sus metas.
¡QUÉ MARAVILLA DE PROYECTO Y QUÉ MARAVILLA DE EQUIPO!
¡AÚPA YO CUENTO!
A CONTINUACIÓN, OS DEJAMOS EL DOCUMENTAL QUE MUESTRA TODO EL TRABAJO QUE HICIMOS EL AÑO PASADO Y EN EL QUE DEMOSTRAMOS QUE LAS ARTES ESCÉNICAS ¡SANAN!
Los Absurdos Teatro nacemos hace ya 13 años con apenas nada. Ni ropa, siquiera. Con ‘Desnudo, nadie es perfecto’ iniciamos un viaje incierto en busca de una voz propia, una voz que nos diferenciara y definiera y que se ha ido materializando en ‘el sello Absurdo’.
Montajes ágiles con puestas en escena limpias y precisas que sustentan textos propios que dibujan nuestro propio universo.
Un universo teñido de humor sobre un fondo muy serio, que nos lleva a tocar, siempre con y desde la ironía, algunos de los temas que más nos preocupan y ocupan: la estupidez, la injusticia, la incongruencia, la sinrazón… el absurdo de este mundo que va a trompicones y codazos, pero que a pesar de todo es apasionante.
Amamos la palabra, tanto en su forma como en su fondo. Una palabra que cuidamos y mimamos jugando con ella en conversaciones rapidísimas que se entrecruzan con los pensamientos del mismo modo que en la propia vida, sin pedir permiso. De igual modo que hacemos cruzar en los libretos la prosa y el verso, con un simple cambio de renglón. Con la misma facilidad que hacemos aparecer y desaparecer la cuarta pared, con un simple guiño.
Nuestro reto es mostrar dramas sin caer en dramatismos; plantear dudas sin imponer soluciones; sacar sonrisas sin buscarlas.
Patricia y Alfonso