• Durante estos meses, la absurda ha estado escribiendo un diario a Equix, nuestro ya famoso perro absurdo, explicando cómo estaba viviendo él toda esta movida entendiendo ná y menos que nosotros. A cada un@ le ha dado por una cosa y a ella le dio por ahí…
El caso es que durante estos meses, los absurd@s más íntimos han estado recibiendo los capítulos por aquello de entretenerlos y porque, al fin y al cabo, cuando estamos de gira absurda, lo cuidan ell@s y es un poco el perro de tod@s. Y dos de ellos, con su productora JPC Producciones han hecho una serie inspirada en #EldiariodeEquix. • Una mini serie con 8 capítulos de poco más de 1 minuto cada uno y es MA RA VI LLO SA
Aquí tenéis la presentación y esta semana, subiremos cada uno de los 7 capítulos restantes cada día. ¡Disfrutadla, absurd@s!
Los Absurdos Teatro nacemos hace ya 13 años con apenas nada. Ni ropa, siquiera. Con ‘Desnudo, nadie es perfecto’ iniciamos un viaje incierto en busca de una voz propia, una voz que nos diferenciara y definiera y que se ha ido materializando en ‘el sello Absurdo’.
Montajes ágiles con puestas en escena limpias y precisas que sustentan textos propios que dibujan nuestro propio universo.
Un universo teñido de humor sobre un fondo muy serio, que nos lleva a tocar, siempre con y desde la ironía, algunos de los temas que más nos preocupan y ocupan: la estupidez, la injusticia, la incongruencia, la sinrazón… el absurdo de este mundo que va a trompicones y codazos, pero que a pesar de todo es apasionante.
Amamos la palabra, tanto en su forma como en su fondo. Una palabra que cuidamos y mimamos jugando con ella en conversaciones rapidísimas que se entrecruzan con los pensamientos del mismo modo que en la propia vida, sin pedir permiso. De igual modo que hacemos cruzar en los libretos la prosa y el verso, con un simple cambio de renglón. Con la misma facilidad que hacemos aparecer y desaparecer la cuarta pared, con un simple guiño.
Nuestro reto es mostrar dramas sin caer en dramatismos; plantear dudas sin imponer soluciones; sacar sonrisas sin buscarlas.
Patricia y Alfonso