Haciendo limpieza en los cajones de la oficina absurda, nos hemos encontrado con estas dos fotos que hoy son la cabecera de nuestro post.


Son las primeras pruebas de maquillaje y vestuario de Rubino y Policleta, los protagonistas de La isla de las luciérnagas.


Un espectáculo que dio sus primeros pasos por un encargo absurdo en un templete al aire libre en Cuéllar, y ya sabéis cómo somos… una cosa llevó a la otra, la otra a la una… y, finalmente, nos encariñamos con esos dos personajes tan entrañables y montamos un espectáculo para los petit absurdos con el que estuvimos todas las tardes de sábados y domingos durante 5 años por las salas de todo Madrid, que se dice pronto… 5 años. ¿Veis? Se dice pronto, pero fueron 5 largos años dándolo todo en cada función, bailando, cantando, saltando y dando vida a esos besugos que tantas dudas tenían…

¡Qué tiempos aquellos…! Tenemos nostalgia absurda de la buena.