Como bien sabéis, las redes sociales se ocupan de recordarte eventos pasados, a veces, incluso sin que desees recordarlos. Pues bien, esta mañana, el facebook absurdo nos ha sorprendido gratamente recordándonos que tal día como hoy hace 5 años estábamos con nuestro periplo por todas las salas de Madrid para intentar darnos a conocer.
En esta ocasión, estábamos programados en la sala Nueve Norte. Hoy salía Desnudo nadie es perfecto tras haber estado programados durante el mes de abril y entraba para ocupar su hueco en mayo, Tierra de nadie. Ambas escritas y dirigidas por Alfonso Mendiguchía.
Y nos hemos puesto nostálgicos… y hemos recordado al absurdo agaporni y las noches en el bar de la esquina donde nos poníamos ciegos a cacahuetes y pasta con pesto, que no nos gustaba, pero como nos la ponían de tapa, nos la comíamos. Y el pánico escénico que sufrieron los chicos porque un día no pudo venir pollo Mones y les hizo la técnica la absurda…
Los Absurdos Teatro nacemos hace ya 13 años con apenas nada. Ni ropa, siquiera. Con ‘Desnudo, nadie es perfecto’ iniciamos un viaje incierto en busca de una voz propia, una voz que nos diferenciara y definiera y que se ha ido materializando en ‘el sello Absurdo’.
Montajes ágiles con puestas en escena limpias y precisas que sustentan textos propios que dibujan nuestro propio universo.
Un universo teñido de humor sobre un fondo muy serio, que nos lleva a tocar, siempre con y desde la ironía, algunos de los temas que más nos preocupan y ocupan: la estupidez, la injusticia, la incongruencia, la sinrazón… el absurdo de este mundo que va a trompicones y codazos, pero que a pesar de todo es apasionante.
Amamos la palabra, tanto en su forma como en su fondo. Una palabra que cuidamos y mimamos jugando con ella en conversaciones rapidísimas que se entrecruzan con los pensamientos del mismo modo que en la propia vida, sin pedir permiso. De igual modo que hacemos cruzar en los libretos la prosa y el verso, con un simple cambio de renglón. Con la misma facilidad que hacemos aparecer y desaparecer la cuarta pared, con un simple guiño.
Nuestro reto es mostrar dramas sin caer en dramatismos; plantear dudas sin imponer soluciones; sacar sonrisas sin buscarlas.
Patricia y Alfonso