Pasa la vida, paaasa la vida… y ¡Ains! absurdos… nuestras criaturas se hacen mayores y nos dejan… Si supierais lo mucho que nos cuesta decir adiós a un espectáculo… Hoy ya casi tenemos el síndrome del nido vacío, con eso lo decimos todo.
Ha llegado la hora de despedir Demasiado al este es el oeste -snif- un bebé que nació (como todos los absurdos) pequeñito, tan pequeñito que casi ni lo vimos. Y se puso a andar. Primero a gatas, después un poco más erguido y, sin darnos cuenta, se estiró tanto que llenaba escenarios y patios de butacas. Y nosotros tan felices de ver su evolución. De ver cómo el P.E.S.T.O ganaba elecciones en más de 25 localidades distintas y conseguía mayorías absolutas en 285 funciones como 285 soles que mañana definitivamente (todo lo definitivo que se puede decir en este mundo loco, loco) se apagan. Y lo hacen -como no podía ser de otra manera- en tierras asturianas, esos lares con los que los Absurdos siempre estaremos hermanados gracias a este espectáculo y su orbayu.
Nuestros jóvenes aunque sobradamente corruptos (J.A.S.C) políticos del P.E.S.T.O. apagarán sus puros mañana en Navia, Asturias (paraíso verde) y dejarán el fatigante mundo de la política… salvo que sea imprescindible su retorno… por el bien común. Obviamente.
Gracias Demasiado al este es el oeste por todo lo que nos has dado y ¡larga vida al P.E.S.T.O!
POST DATA:
¡No preocuparse! ¡Don’t Worry! ¡Bié dānxīn! ¡non ti preoccupare! ¡ungakhathazeki!
Ya se sabe que cuando unos se van, otros vienen y como cada día sale el sol y nos gusta que así sea, no hay que rasgarse las vestiduras porque los absurdos ya estamos haciendo los preparativos para sacar de #giraabsurda en 2018 a la nueva criatura. Sí, en 2018 le llega el turno de viajar a A protestar a la Gran Vía.
…pero de eso ya os iremos hablando…
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About LOS ABSURDOS TEATRO
#SOYABSURDO: DEMENTE QUE APUESTA POR EL CAMINO CURVO.
LOS ABSURDOS TEATRO nace a principios de 2010 casi de casualidad, casi de puntillas, casi sin darnos cuenta y sin casi nada, ni siquiera ropa. ‘Desnudo, nadie es perfecto’, pre-estrenado en Madrid y estrenado oficialmente en el teatro Zorrilla de Valladolid, supone el inicio de un viaje incierto, desconocido y despojado de casi todo, pero que nos lleva a levantar el telón casi 400 veces.
400 funciones que, como aquellos 400 golpes para Truffaut, nos incitan irremediablemente a seguir caminando por donde apenas hay vereda, a sembrar donde apenas hay campo, a buscar donde apenas se ve y, sobre todo, a luchar –luchar mucho- de cuando en cuando contra gigantes, de cuando en cuando contra molinos. Algunas veces –las menos- con una mirada preclara de los pasos a seguir y otras –las más- siguiendo la más elemental de las herramientas para aprender: equivocarse.
Y en esa odisea por el abrupto sendero de la equivocación, además de una buena cosecha de pasos en falso, creemos haber encontrado algunas pepitas de oro que son la brújula de nuestro trabajo.
Una puesta en escena limpia y precisa, con los elementos justos y necesarios para hacer montajes muy ágiles, rápidos, en los que las conversaciones y los pensamientos se cruzan del mismo modo en que se cruzan por la vida, sin pedir permiso. Del mismo modo en que se cruzan en un folio la prosa y el verso, con un simple cambio de renglón. Del mismo modo en que la cuarta pared aparece y desaparece y los personajes se abrazan y distancian del público, con un simple guiño.
Y todo esto lo pretendemos hacer a través de nuestro imaginario, de nuestra visión expresada en nuestras propias palabras. Textos propios que conforman nuestro propio universo. Un universo que nos lleva a buscar en cada montaje –quizá de forma necia, pero siempre divertida- la lente de aumento más adecuada a nuestra mirada autocrítica con el fin de encontrar el famoso punto sobre la i. Y así nos hemos visto colocando el punto sobre la i de la incongruencia (diosa absurda donde las haya); sobre la i de la idiotez (el virus más mortífero y contagioso que jamás haya existido); sobre la i de la injusticia (ese gran mantra que está en la base de este maltrecho mundo); sobre la i de la incompetencia (en la que posiblemente hayamos caído varias veces).
Nuestro auténtico reto es mostrar dramas sin caer en dramatismos; plantear dudas sin imponer soluciones; sacar sonrisas sin buscarlas. En definitiva, buscamos que la gente se divierta y que además piense y se emocione y reflexione y al tiempo se abandone y simplemente disfrute. Y que, además, nos quieran. Mucho, que nos quieran mucho. Y los programadores que nos contraten. Mucho, que nos contraten mucho.
En total, Los absurdos teatro somos una compañía que cuenta con una vida de 10 años y más de 2000 representaciones.
Seis montajes de sala para adultos, dos infantiles, además de varios montajes de dinamización de lugares patrimoniales y un buen número de propuestas ‘de calle’.
Sin más, ¡Bienvenidos, absurdos!
Alfonso y Patricia
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