Durante todas las representaciones en el Teatro Lara siempre están presentes las acomodadoras y el jefe de sala durante la función. Siempre están ahí por si ocurre algo, por si se les necesita. Bueno, al fin y al cabo es su trabajo. Pero al terminar la función, ocurre siempre lo mismo. En los aplausos del público, todo ese equipo humano se pone en pie a aplaudir a la compañía. Siempre. Sin excepción. Eso no es su trabajo, pero denota un respeto hacia quienes nos ponemos frente al público que no nos ha pasado desapercibido, ni mucho menos. El mismo que nos muestran el resto del equipo que trabaja en el Lara en cada uno de sus departamentos. Pequeños detalles que nos hacen sentirnos muy grandes cada vez que entramos por las puertas del teatro. Cómo no vamos a estar contentos cada vez que tenemos que ir. Mañana vuelven los #LUNESABSURDOS y de lo único que tenemos que estar pendientes es de hacer lo mejor posible nuestro trabajo: ACTUAR. De todo lo demás, ya se han ocupado ellos previamente. ¡GRACIAS! Este aplauso va por todos ellos.

Detalles absurdos en el Lara
About LOS ABSURDOS TEATRO
Los Absurdos Teatro nacemos hace ya 13 años con apenas nada. Ni ropa, siquiera. Con ‘Desnudo, nadie es perfecto’ iniciamos un viaje incierto en busca de una voz propia, una voz que nos diferenciara y definiera y que se ha ido materializando en ‘el sello Absurdo’. Montajes ágiles con puestas en escena limpias y precisas que sustentan textos propios que dibujan nuestro propio universo. Un universo teñido de humor sobre un fondo muy serio, que nos lleva a tocar, siempre con y desde la ironía, algunos de los temas que más nos preocupan y ocupan: la estupidez, la injusticia, la incongruencia, la sinrazón… el absurdo de este mundo que va a trompicones y codazos, pero que a pesar de todo es apasionante. Amamos la palabra, tanto en su forma como en su fondo. Una palabra que cuidamos y mimamos jugando con ella en conversaciones rapidísimas que se entrecruzan con los pensamientos del mismo modo que en la propia vida, sin pedir permiso. De igual modo que hacemos cruzar en los libretos la prosa y el verso, con un simple cambio de renglón. Con la misma facilidad que hacemos aparecer y desaparecer la cuarta pared, con un simple guiño. Nuestro reto es mostrar dramas sin caer en dramatismos; plantear dudas sin imponer soluciones; sacar sonrisas sin buscarlas. Patricia y Alfonso