Chema y Alfonso terminaron el viernes su curso de danza contemporánea impartido por Chevy Muraday. Durante 15 días han estado acudiendo puntualmente a sus clases en la Escuela de Víctor Ullate. Han sido dos semanas de dolores y mucho esfuerzo pero han merecido mucho la pena.
«Feliz y triste al mismo tiempo… Feliz porque he realizado uno de los cursos más bonitos de mi vida, donde he disfrutado como nunca y aprendido gracias a un bailarín inmenso, genial profesor y persona maravillosa… Chevy Muraday. Es tanto lo que me llevo de este curso que solo puedo dar gracias y gracias. Triste porque se acaba.»
Chema Moro dixit.
«Con agujetas en zonas de mi cuerpo que ni siquiera sabía que existieran me despido de un curso con mayúsculas. Un curso de verdad, con lo difícil que es encontrar hoy en día eso… quince días de continuo descubrimiento, de buen rollo, de disciplina, de sangre, sudor, lágrimas y un montón de moratones estratégicamente situados para no dejar dormir a gusto. Creo que salimos todos un poco más grandes, al menos, mucho más estirados. Muchas gracias, Chevy! Tu nombre lo dice todo: tienes el carisma, la elegancia, la pulcritud y el estilo de los míticos Chevrolets. Me vuelvo a la cama a descansar»
Alfonso Mendiguchía dixit.
Y es que, amigos, el gusanillo de la danza nos ha picado a los tres componentes de Absur2 y yo qué. Este curso ha terminado pero seguimos acudiendo a clases de baile. Eso sí, cada uno su especialidad. Mientras que Chema continúa más feliz que una perdiz con sus clases de regulares de jazz en la Escuela de Karen Taff; Patricia y Alfonso siguen golpeando con saña semanalmente el suelo en sus clases de claqué de la mano de T.J.
Y es que en este oficio hay que reciclarse y educar bien al cuerpo. Al fin y al cabo, es nuestro instrumento de trabajo. Os dejamos un par de fotos para que veáis que hemos sido unos alumnos muy aplicados.